Descubre sus senderos, árboles centenarios, aldeas singulares. Caminar por sus calles con la curiosidad de un niño, sorprendiéndote ante su patrimonio, pasear por la Avenida de las Minas, uno de tantos miradores que descubrir, desde donde capturar una de las mejores imágenes de Cortegana y desde allí saboreando cada paso, asciender al cielo donde un viejo eucalipto que llaman “el soldado” y guarda el Castillo de Cortegana y la Ermita de la Virgen de la Piedad.

Cortegana es sabor, gastronomía: jamón y setas, sopa de olores, piñonates, una torta de chicharrones, migas en invierno, … de los “cucos” como llaman aquí a las castañas asadas. Sabor rotundo, de los que llenan los sentidos.