Al igual que con los templos de Abu Simbel, el pequeño pero sumamente hermoso templo de Philae estuvo amenazado por la construcción de la presa de Aswan. Y, al igual que ellos, fue cortado a trozos y vuelto a montar, en este caso sobre una isla cercana a Asuan y a la presa vieja, por lo solo se puede llegar hasta el templo en barca. Dedicado a la diosa Isis cuenta la leyenda que, cuando el rey Osiris fue asesinado por su hermano, quien esparció su cuerpo a lo largo de todo el país, su esposa Isis recogió los restos de su amado y se refugió con ellos en la original isla de Philae para reconstruirlos. La esbelta hilera de columnas que llevan hasta los pilonos de entrada al templo, así como los relieves esculpidos en la fachada son de una elegancia intemporal.

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