Este viaje termina en Civita di Bagnoregio, conocida como "la ciudad que muere", un asombroso pueblo medieval situado en lo alto de un peñasco rocoso. La ciudad es accesible solo a través de un puente peatonal que la conecta con el pueblo cercano de Bagnoregio. La ciudad, que data de más de 2,500 años, ha sido erosionada por la acción del viento y la lluvia a lo largo de los siglos.

Civita di Bagnoregio sigue siendo una parada indispensable por su arquitectura medieval, sus estrechas calles empedradas y sus impresionantes vistas del valle circundante. Se pueden explorar sus antiguas iglesias y plazas encantadoras.

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