Aquisgrán, con 5.000 años de historia, se erige como un testigo del paso del tiempo. Desde el Neolítico, cuando se extraía pedernal, hasta la época romana, que estableció la tradición termal en la región, la ciudad ha experimentado diversas etapas. 

Carlomagno hizo de Aquisgrán su residencia imperial y llevó a cabo coronaciones que dejaron un legado que aún perdura. Una de las formas de conocer la ciudad es seguir la "Ruta Carlomagno", el punto de inicio es el "Centro Carlomagno", un museo que revive la historia de la ciudad. En este pase se pueden conocer imponentes monumentos como la Catedral de Aquisgrán, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1978, alberga tesoros artísticos.

Otros lugares imprescindibles son el ayuntamiento y la Puerta Ponttor, dos joyas del siglo XIV que aún perduran para mostrar la fuerza política y defensiva de la ciudad.

Los amantes del arte encuentran su lugar en el Ludwig Forum Aachen, exhibiendo más de 3.000 obras internacionales desde los años 60. Además, de los teatros y la Orquesta Sinfónica de Aquisgrán que invitan a disfrutar de óperas, actuaciones y conciertos de renombre nacional, completando la riqueza cultural de la ciudad.

Aquisgrán, con 5.000 años de historia, es testigo del tiempo desde el Neolítico hasta la era romana. Carlomagno la eligió residencia imperial, dejando un legado. La "Ruta Carlomagno" ofrece la esencia de la ciudad, destacando la Catedral, el ayuntamiento y la Puerta Ponttor. El Ludwig Forum Aachen y la Orquesta Sinfónica completan su riqueza cultural.