Friburgo, una encantadora ciudad universitaria a las afueras de la Selva Negra, se destaca por la majestuosa Catedral gótica y sus pintorescos canales en el casco antiguo. Con un clima cálido y un ambiente sureño, invita a subir a la torre de la catedral para disfrutar de vistas espectaculares. Los Bächle, pequeños canales, serpentean por el casco antiguo, ofreciendo un lugar perfecto para descansar y disfrutar de la cocina regional en cafés y restaurantes al aire libre. 
Con su ambiente tranquilo y verde, Friburgo ofrece numerosas rutas para caminar y andar en bicicleta, mientras que la proximidad a la Selva Negra, Alsacia y Suiza brinda oportunidades de exploración. La ciudad, tranquila durante el día, cobra vida por la noche con teatros, óperas, bares y clubes, brindando a los visitantes una experiencia equilibrada entre la elegancia casual y la vitalidad nocturna. Friburgo es un destino acogedor que combina la serenidad con la energía de una animada escena cultural.