Ratisbona, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2006, destaca por su arquitectura medieval única y bien conservada, representada por casas de comerciantes, palacios, torres y calles. Con casi 1.000 monumentos en el centro histórico, la ciudad ofrece un viaje a través de los siglos, desde la antigua Porta Praetoria romana hasta el emblemático puente de piedra sobre el Danubio, construido hace 850 años. La "Dom St. Peter", catedral gótica, añade a la riqueza histórica, consolidando a Ratisbona como una de las ciudades medievales mejor conservada de Alemania.

Hay que visitar las puertas del "Reichssaal" (Salón Imperial) en el histórico Ayuntamiento. Data del siglo XIII y era donde los emperadores alemanes celebraban sus asambleas imperiales. En el castillo ancestral de Thurn & Taxis, que todavía es hogar de esta familia aristocrática, se pueden visitar las partes más antiguas del antiguo monasterio del que surgió el castillo, las impresionantes salas de estado y mucho más.

La atmósfera de Ratisbona se ve realzada por su ubicación junto a cuatro ríos y rodeada por sus bellos parques. Es hogar de interesantes museos, pintorescas tiendas y, por supuesto, una gran cantidad de cafés y restaurantes.