A partir del siglo XII Lübeck, convertida en reina de la Hansa, alcanzó poder e influencia en todo el norte de Europa. La importancia de Lübeck como metrópoli comercial medieval se adivina al contemplar sus majestuosas iglesias de ladrillo, su fantástico ayuntamiento y las poderosas puertas de la ciudad.

La icónica Puerta Holsten, construida en 1478, se ha convertido en el emblema de la urbe. Con toda esta riqueza arquitectónica no es de extrañar que prácticamente la totalidad del casco antiguo de Lübeck haya sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987

Cinco motivos para un viaje a Lübeck

1. Casco antiguo histórico de Lübeck

Dar un paseo por el casco antiguo de Lübeck, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es hacer un viaje en el tiempo por los 1000 años de historia de la ciudad. Esta historia se revela de forma especialmente sugestiva en los oasis verdes que forman sus 90 pasajes de viviendas medievales y sus cinco espléndidos patios de asilo.

2. El agua omnipresente

La proximidad del agua otorga a la ciudad un ambiente muy especial. Nuestros consejos: coge el timón en tus manos y admira el casco histórico desde el agua a bordo de una barca eléctrica, pasea por la extensa playa báltica de Travemünde o disfruta de la puesta del sol en el Museo del Puerto, igual que hacen los lugareños.

3.    Diversidad cultural

Entre Lübecks 13 museos destacan tres que están dedicados a hijos famosos de la ciudad que fueron galardonados con el premio Nobel: los escritores Thomas Mann y Günter Grass, además del antiguo canciller federal Willy Brandt. Y en ningún caso debes perderte el Museo Europeo de la Hansa y el Museo del Mazapán. 

4.Eventos

Entre los eventos más populares de la ciudad destacan el Festival de la Cultura Hanseatica, la semana de Travemünde y el mercadillo de Navidad con 11 espacios navideños diferentes. El mercadillo de artesanía del Hospital del Espíritu Santo, originario del siglo XII, es único en el mundo.

5. Los sabores de Lübeck

La tentación más dulce de Lübeck es el mazapán. También se puede degustar pescado preparado de diversas formas o incluso como tentempié en forma de ricos bocadillos de pescado típicos del norte de Alemania.

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