TRAMO 1: Viñedos con Sabor a mar
Barcelona, la gran ciudad del Mediterráneo, será el inicio de este recorrido que nos lleva hasta la Tarragona romana.

Etapa 3 – Despertar en Montserrat
De Montserrat a Solsona. 79 km
El amanecer en Montserrat y pasear por la montaña durante las primeras horas del día es una de las experiencias más hermosas de este tramo del Grand Tour de Catalunya. La ruta continúa hace el Bages, tierra de unas singulares construcciones de piedra seca.
Un hermoso amanecer
Ha sido un acierto pernoctar en Montserrat, dedico el inicio de la mañana a hacer una sencilla ruta por el entorno del Parque Natural de Montserrat, recorrido que invita al paseo calmado y a la meditación mientras los primeros rayos de sol van pintando de rojo las puntas de las rocas más emblemáticas, como el Cavall Bernat, el Serrat del Moro y La Palomera. Si la visita coincide con el horario de actuación de la Escolania, una de las escuelas de música más antiguas de Europa, merece la pena entrar a la basílica para escuchar cómo entonan el Virolai, canción que también es conocida como Rosa d’abril y está dedicada a La Moreneta.
Mató y carretera
Tras comprar un poco del tradicional mató, un requesón que está delicioso combinado con miel, en las tiendas que hay alrededor de la plaza del santuario, hago la bajada de la montaña en el Aeri, el teleférico que sobrevuela el valle del Llobregat. Toca recuperar el coche para recorrer la carretera que cruza el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Aunque me llama la atención la opción de acercarme a Sant Fruitós de Bages para hacer un salto en tándem, un minuto de caída libre desde los 4.000 metros de altura, decido aplazarlo para cuando vuelva en compañía y poder compartir la aventura.
Bages
Paso la tarde con varias visitas: las tinas de la Vall del Montcau, unas enormes construcciones de piedra seca en las que se elaboraba el vino a pie de viña cuando la comarca del Bages fue una de las mayores productoras de Catalunya; la localidad de Mura, Pueblo con Encanto que conserva un espectacular núcleo medieval entre sus calles de empedrado y un interesante molino con más de mil años de historia; y el cercano monasterio de Sant Benet de Bages, un conjunto monástico medieval en excelente estado de conservación en el que cuentan cómo se desarrolló la vida monástica entre las paredes de la iglesia, el claustro y las celdas. El complejo ha incorporado un moderno e innovador centro de investigación culinaria, la fundación Alícia, que promueve las bondades de la alimentación saludable; tres restaurantes y una tienda de productos agroalimentarios ecológicos.











