Se trata de una D. O. que abarca tres zonas: Penedès marítimo (Baix Penedès y Garraf), Penedès superior (Alt Penedès, Alt Camp, Anoia y Baix Llobregat) y Penedès central. Esta situación le otorga un clima privilegiado y unas condiciones perfectas para la actividad vitivinícola. Entre las variedades de uva que se pueden encontrar están las de garnacha, syrah, monastrell, merlot, pinot noir y cabernet para los tintos, y las de xarel·lo, macabeo, parellada, chardonnay y riesling para los blancos.

La comarca brinda la posibilidad de combinar la experiencia enológica, las catas y talleres de vino, alojándose en las mismas bodegas, con el descubrimiento de su historia a través de sus museos, sus castillos en Gelida, Mediona u Olèrdola y de sus yacimientos ibéricos, como el de Calafell y Olèrdola, también. Por otro lado, Sant Sadurní d'Anoia es un ejemplo del impacto del modernismo en los entornos rurales. Bodegas, como las Caves Codorníu, fueron construidas siguiendo este estilo, en un municipio que desde el siglo XVIII vive volcado en la actividad vitivinícola. En Vilafranca del Penedès, también salpicada de bellos edificios modernistas de Santiago Güell, se puede visitar la Basílica de Santa María, un edificio gótico, construido sobre una antigua capilla románica.

Vilafranca, a la vanguardia de la viticultura

En Vilafranca del Penedès, una de las capitales del los tradicionales castells, declarados desde 2010 Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, se puede visitar el Museu de les Cultures del Vi de Cataluña, el primero de estas características de todo el Estado, y en Sant Sadurní d'Anoia, el Centre d'Interpretació del Cava.