Ruta Icónica

En la preparación de un gran viaje, pocos momentos hay tan fascinantes como ir uniendo los puntos de un mapa para crear nuestra ruta.

Etapa 8 – La singularidad del Val d’Aran

Etapa 8 – La singularidad del Val d’Aran

De Boí a Vielha. 112 km Recorremos los pequeños pueblos, las iglesias románicas y los paisajes de alta montaña de la Val d’Aran, un lugar con lengua propia ...

De Boí a Vielha. 112 km

Recorremos los pequeños pueblos, las iglesias románicas y los paisajes de alta montaña de la Val d’Aran, un lugar con lengua propia y contundente gastronomía.

Val d’Aran

Cambiamos de valle para seguir recorriendo el corazón de los Pirineos, trasladándonos hasta la Val d’Aran. Un tercero parte del territorio está por encima de los 2.000 metros y la orientación atlántica influye en la tipología de los bosques y en la fauna pirenaica. Sus pueblos, con casas de piedra alrededor de una iglesia, son el punto de partida para excursiones por barrancos, ríos y verdes praderas. La escarpada orografía de la Val d’Aran siempre mantuvo un poco al margen a sus habitantes, lo que acentuó unas particularidades sociales y culturales que han llegado hasta nuestros días. Entre ellas una gastronomía rotunda, una lengua propia —el aranés—, y esa arquitectura románica que aquí es tan particular. No es fácil escoger entre las más de treinta iglesias de la zona, destacamos la intimidad de Era Mair de Diu dera Purificacion, en Bossòst, y la coqueta Santa Eulària d’Unha, ambas levantadas en el siglo XII.

Refugio de Montgarri

La Val d’Aran es cultura ancestral, pero sobre todo es aire puro y es montaña. Para contemplarla en todo su esplendor emprendemos una excursión a pie hasta Montgarri. Esta pintoresca aldea pirenaica, que estuvo habitada hasta los años 70, está situada en la cabecera del río Noguera Pallaresa y es hoy un lugar idílico y relativamente aislado. El sendero transcurre por un hermoso paisaje de alta montaña entre bosques de pino negro y abeto. En los meses de invierno es una popular zona para recorrerla con raquetas de nieve o en trineos tirados por perros. En el refugio de Montgarri disfrutamos de una de las recetas por las que es famosa la comarca, la olla aranesa. Por la tarde regresamos a Vielha, la capital de la Val d’Aran, donde compramos algunos embutidos típicos y nos relajamos con un merecido baño en el spa del hotel.