Ruta Degusta

Cataluña es un país hecho de recetas. Los productos de su despensa son el reflejo de una geografía diversa, del esfuerzo de payeses, ganaderos y pescadores.

Etapa 7 – Viticultura heroica

Etapa 7 – Viticultura heroica

En catalán existe un refrán que dice que en el bote pequeño está la buena confitura. De El Priorat, pese a ser una de las comarcas con menos extensión, salen...

En catalán existe un refrán que dice que en el bote pequeño está la buena confitura. De El Priorat, pese a ser una de las comarcas con menos extensión, salen algunos de los vinos más conocidos del mundo.

Enoturismo en El Priorat

La comarca de El Priorat ofrece un sinfín de propuestas para conocer los vinos de las D. O. Montsant y D. O. C. Priorat, algunas tan originales como una visita a una bodega a través de enigmas o la vendimia a la antigua, con el pisado de la uva tal como se hacía tradicionalmente. Hemos reservado una visita teatralizada en la cooperativa de Falset, en la que un supuesto trabajador nos explica el proceso de elaboración del vino en clave de humor. Los pueblos de El Priorat, esta pequeña comarca de viticultura heroica, están conectados por algunas de las carreteras más bonitas de Cataluña, con los viñedos en terraza. Una de ellas nos lleva hasta la cartuja de Escaladei, habitada hasta mediados del siglo xix; la presencia de monjes en esas tierras fue clave para el auge del cultivo de la viña.

Tierras del Císter

Cruzamos las montañas de Prades, tierra de setas y de las excelentes patatas de Prades, para llegar a Valls y probar uno de los productos más conocidos de la gastronomía catalana: el calçot de Valls. El último domingo de enero, la localidad celebra la popular Fiesta de la Calçotada. Seguimos hasta la muralla de Montblanc para conocerla desde dentro, en una visita por las siete plantas de una de las torres rematada con una cata de vinos con vistas a los paisajes de la Ruta del Trepat, variedad de uva autóctona de la D. O. Conca de Barberà. El Museu Terra en L’Espluga de Francolí nos habla de la vida rural y del trabajo en el campo, de nuestros abuelos, una visita de la que salimos emocionados. El día finaliza en las cercanías del monasterio de Poblet con un menú maridaje con trufa de La Conca.